Economía

República Dominicana podría alcanzar el grado de inversión, según Alejandro Grisanti, tras implementar reformas estructurales

República Dominicana tiene la oportunidad de alcanzar el tan anhelado grado de inversión en un plazo no mayor de 10 años, y para lograrlo, se ha intensificado el debate sobre una urgente reforma fiscal integral. Según el economista y director de Ecoanalítica, Alejandro Grisanti, esta reforma es crucial para aumentar los ingresos del país y abordar el histórico déficit fiscal, lo que a su vez impulsaría el crecimiento económico y consagraría al presidente Luis Abinader como un líder que dejó un “gran legado” de llevar al país a esta categoría.

Grisanti enfatizó la importancia de una discusión profunda sobre la visión futura del país y la implementación de una reforma fiscal que genere las menores distorsiones posibles, sin detener el crecimiento potencial que ha caracterizado a la economía local en las últimas seis décadas. Destacó la necesidad de llevar esta discusión a un terreno en el que todos salgan ganando, apuntando hacia la posibilidad de que el país alcance el codiciado grado de inversión.

El economista subrayó que los países con grado de inversión son percibidos como de bajo riesgo, lo que les otorga acceso a endeudamientos más baratos y aumenta el valor de sus empresas o activos. Actualmente, solo cuatro naciones en América Latina poseen este distintivo: Chile, Perú, México y Uruguay.

“Panamá solía estar en ese selecto grupo, pero Fitch-a partir de finales de marzo- denominó su crédito como de alto riesgo”, dijo Grisanti en su artículo “El gran legado en lo económico del presidente Abinader podría ser llevar a República Dominicana a grado de inversión”.

Citó que anteriormente, Colombia solía ser grado de inversión y lo perdió, al igual que Brasil en el segundo gobierno de Lula (2008-2012). El director de Ecoanalítica, hizo estas anécdotas porque entiende que no solo se trata de hacer las reformas necesarias para ganar el grado de inversión, sino adicionalmente hacerlo con el consenso adecuado en las reformas necesarias para obtener y mantener el grado de inversión a largo plazo.

Asimismo, destacó que esta categoría ayuda a atraer más inversión extranjera directa (IED), fundamental para la creación de empleos formales y de calidad. Ecoanalítica había establecido en 2022 la posibilidad de alcanzar el grado de inversión en 2028, afirmación que aún consideran factible si se logran los consensos necesarios en las reformas fiscales y eléctricas, así como se mejora la formalización y se mantiene el dinamismo económico.

Grisanti recalcó que el grado de inversión es un objetivo “ganar-ganar” que debería unir tanto al sector público como al sector privado, e incluso al Gobierno y a la oposición. Este logro, a su juicio, representaría un hito significativo para República Dominicana en su búsqueda por fortalecer su posición económica a nivel internacional.

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